Combinando drones con la metodología BIM: ¿el futuro de la construcción?
Con el paso a la industria 4.0, los robots están empezando a hacer acto de presencia en la industria de la construcción. Y con la escasez de mano de obra que se sufre en todos los países, no es de extrañar que los más pioneros estén recurriendo a la robótica para ayudar a salvar la falta de obreros cualificados. Dos de los robots de construcción más famosos son el robot de colocación de ladrillos Hadrian X, desarrollado por FBR en Australia, y el SAM100, creado por Construction Robotics en Estados Unidos. Así es como estos dos robots han conseguido irrumpir en una de las disciplinas más convencionales de la construcción.
El robot de colocación de ladrillos más rápido
El robot de colocación de ladrillos Hadrian X encabezó los titulares en 2016 cuando colocó 1.000 ladrillos en una hora. Para entender esto hay que saber que la cantidad habitual de ladrillos que los humanos pueden colocar al día oscila entre 300 y 500, estando el récord en 914 ladrillos por hora. Desde entonces, FBR ha estado afinando el robot y los materiales con los que trabaja, utilizando bloques especialmente diseñados que se enganchan entre ellos y que son 12 veces más grandes que un ladrillo tradicional. El mortero utilizado con estos bloques también ha sido especialmente diseñado para su uso con el robot y se seca en 45 minutos, a diferencia de las 24-48 horas que tarda en secarse el mortero tradicional. Hadrian X puede colocar 200 de estos bloques en una hora, y el FBR pretende aumentar aún más esta cifra.
El robot utiliza un brazo de 30 metros que deja los ladrillos en la fila superior, y también puede cortar, triturar, moler y fijar los ladrillos para que quepan. Se pueden acomodar diferentes tamaños de ladrillo, desde el ladrillo de tamaño estándar hasta los grandes bloques desarrollados por FBR. Los ladrillos se deben cargar manualmente en el robot, y después este puede funcionar de manera autónoma. Y gracias a su brazo telescópico, también puede construir paredes curvas y colocar ladrillos alrededor de las esquinas.
En este momento, el sistema de control del propietario toma información de los modelos CAD y 3D y utiliza las coordenadas cartesianas y el diseño paramétrico para determinar dónde se debe colocar cada ladrillo. Con el aumento del uso de Building Information Modeling y el modelado BIM 3D, no es difícil imaginar el momento en que los robots de colocación de ladrillos como estos puedan acceder al modelo BIM y utilizarlo para determinar dónde y cómo colocar los ladrillos. Aunque actualmente el Hadrian X no está disponible para su comercialización, cuando se lance, FBR asegura que una vivienda típica se puede construir en sólo dos días usando su robot.
Retirada de la mano de obra manual de la colocación de ladrillos
El enfoque de Construcción Robotics ha sido ligeramente diferente al de FBR. En lugar de automatizar todo el proceso, el SAM100 (albañil semiautomático) trabaja junto a una persona para ayudar a eliminar parte de la mano de obra del proceso. Usando el SAM100, se pueden colocar hasta 3.000 ladrillos al día, haciendo la construcción seis veces más rápida que con un albañil trabajando solo. Este robot recoge los ladrillos, pone el mortero sobre ellos, y coloca los ladrillos en el muro. El albañil que trabaja junto al robot retira el exceso de mortero. Esto acelera enormemente el proceso de colocación, al tiempo que mejora la salud y la seguridad de los trabajadores al reducir las actividades de manipulación manual.
Interesantes proyectos para la construcción y la metodología BIM
Dado que la necesidad de albañiles cualificados y de viviendas está aumentando rápidamente a nivel mundial, automatizar el proceso de albañilería para una construcción más rápida y masiva es una respuesta obvia. Y a medida que el cambio a los robots de construcción continúa desarrollándose, es probable que la metodología BIM desempeñe un papel cada vez mayor e integral dentro del proceso constructivo como medio para proporcionar información de construcción a estas nuevas tecnologías. Una cosa es segura: la era digital y de la autonomía han llegado a la industria de la construcción.
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