Open BIM supone una revolución dentro de la metodología BIM. La capacidad de trabajar con formatos universales y con la libertad de colaborar con técnicos que usan distintos programas es algo que Closed BIM no ha podido igualar. No obstante, los sistemas cerrados también tienen otras ventajas que hacen que todavía sigan siendo los más empleados en el sector. En este artículo vamos a mostrar cuáles son las principales diferencias entre ambos métodos de trabajo.
Open BIM y Closed BIM
A continuación, vamos a hacer la comparativa entre los sistemas abiertos y cerrados.
Uso del software
Cuando se emplea un sistema cerrado es necesario utilizar un programa específico que no se va a cambiar a lo largo de todo el ciclo de vida del proyecto. Toda la información y los parámetros introducidos en la herramienta quedan almacenados en una sola plataforma. Esto tiene una gran ventaja para las empresas, y es que proporciona un control más estricto.
Por el contrario, un sistema abierto apuesta todo a la compatibilidad entre los diferentes programas. Al emplear formatos universales, los modelados tridimensionales y la información que contiene cada proyecto pueden abrirse en plataformas diferentes, siempre que estas sean compatibles con esos formatos. La principal ventaja de esto es que proporciona más flexibilidad a los técnicos.
Propiedad de los datos
Este aspecto es uno de los más controvertidos del uso de programas BIM que emplean formatos propietarios o cerrados. Y es que, aunque todos los datos hayan sido creados por la empresa encargada del proyecto, sin una licencia del software no será posible acceder a ellos. Por tanto, en la práctica los datos pertenecen al creador del programa.
Con los sistemas abiertos sucede algo muy diferente. Todos los proyectos creados pueden almacenarse, exportarse a cualquier otro programa y se puede seguir trabajando con ellos con independencia del programa que se emplee. Por tanto, es la única forma de que los técnicos sean los únicos dueños de todos sus datos.
Cambio de software
Cuando se trabaja con un software cerrado llevar a cabo cualquier cambio de plataforma puede convertirse en una odisea. Al exportar los datos a otro formato es posible que nos encontremos con pérdidas que hagan casi imposible trabajar con ellos. Además, la curva de aprendizaje de estos programas suele ser lenta, por lo que cada técnico tendrá que perder bastante tiempo hasta adaptarse.
La interoperabilidad del uso de un BIM abierto es también una ventaja si se desea cambiar de programa. Y es que la transferencia de datos entre las distintas plataformas no conllevará ninguna pérdida. Por ello, se puede continuar el trabajo en el mismo punto en el que se dejó.
Software específico para cada necesidad
Al trabajar con un único formato, todas las fases de un proyecto deben elaborarse con un único programa. Si bien esto puede incrementar la eficiencia de los técnicos, ya que no deben especializarse en más herramientas, puede lastrar algunas partes del proyecto.
Con Open BIM, por el contrario, existen diferentes programas que pueden emplearse para aspectos más específicos de los proyectos. De esa forma, se logra una mayor especialización. Luego todos los datos se vuelcan en una misma plataforma común sin que se pierda información por el camino.
Procesos de trabajo y trabajo colaborativo
Colaborar entre distintos equipos puede ser complicado y, en ocasiones, frustrante cuando se trabaja con sistemas cerrados. Y es que se hace obligatorio que todos los participantes cuenten con el mismo software. Cuando todo el proyecto lo lleva a cabo una única empresa es habitual que todos cuenten con el mismo programa. Sin embargo, al colaborar con terceros, esto no siempre es posible.
Lo mejor en esos casos es disponer de sistemas abiertos. Al emplear formatos compatibles con diversas plataformas no importa qué programa emplee cada uno de los técnicos. La información puede intercambiarse sin perder datos y de un modo más eficiente, ya que no se hace necesario exportarla a otro formato para ello.
Análisis y verificaciones
Otro aspecto en el que destacan los sistemas abiertos de software BIMtiene que ver con las comprobaciones de datos. Y es que al controlar la totalidad de estos el proceso es muy rápido. Si se emplea un sistema propietario, no es tan sencillo. Para hacer una verificación en esa situación hay que buscar aplicaciones específicas que puedan trabajar con ese formato.
Elegir entre Open BIM o Closed BIM no siempre es fácil. Ambas metodologías permiten realizar la planificación, el diseño y el mantenimiento de los proyectos. No obstante, hay aspectos como la compatibilidad o la capacidad de trabajo en equipo que pueden decantar la balanza hacia uno u otro lado. Los sistemas abiertos son los que más rápido están evolucionando, debido sobre todo a la gran competencia. No obstante, todavía hay plataformas cerradas que siguen empleándose por las empresas punteras del sector.