Metodología BIM en la era de la IA: desafíos y ventajas

La integración de la inteligencia artificial en la metodología BIM ha tenido un impacto significativo en el uso de este conjunto de procesos. Ahora las capacidades del software BIM son superiores, ya que la IA aporta un nivel superior de conocimientos y facilita la automatización de muchas tareas. Sin embargo, también presenta importantes desafíos que deben afrontarse para terminar de convertir esta integración en el estándar del sector.

A continuación, vamos a mostrar los beneficios más importantes que aporta la inteligencia artificial a la metodología BIM.

Las capacidades de la inteligencia artificial para emplear algoritmos avanzados hacen que se puedan analizar múltiples variables de forma simultánea. Esto permite conseguir soluciones estructurales que resultan más eficientes, no solo desde el punto de vista de los costes, sino también del energético. Esto hace que la sostenibilidad de los proyectos aumente y lo mismo sucede con su rentabilidad final.

Por desgracia, los errores humanos todavía están presentes al diseñar cualquier infraestructura. Esto puede llevar a sobrecostes en la obra en el mejor de los casos, pero también puede tener consecuencias fatales. La IA ha llegado para poner fin a este tipo de problemas, y es que su capacidad de análisis de grandes conjuntos de datos contribuye a identificar la mayoría de los fallos. Esto permite corregir cualquier error en las fases más tempranas del proyecto y evita que se vayan acumulando los problemas.

Por tanto, la calidad de los diseños finales ahora es superior, pero también se consigue un descenso de los costes totales. Y es que ya no es necesario volver a elaborar desde cero muchas partes del diseño tras un problema.

La planificación del proyecto es otro de los aspectos principales donde la IA destaca. Al tener en cuenta factores relevantes como la disponibilidad de los recursos, las posibles restricciones o las dependencias entre distintas tareas, se logra una gran mejora. Esto permite gestionar de una manera más eficiente los tiempos de la construcción y posibilita una ejecución del proyecto mucho más fluida.

El análisis de los costes también alcanza una mayor precisión con la integración de la inteligencia artificial en Open BIM. Los algoritmos permiten conocer con una mayor precisión los importes necesarios, y también hay otro aspecto relacionado con la IA que repercute sobre ello.

El machine learning es otra de las posibilidades de la inteligencia artificial, y su capacidad para recopilar información histórica resulta muy útil. Así, la IA puede valorar las eventuales desviaciones del presupuesto y ofrece alternativas y recomendaciones para evitar riesgos financieros.

La realización de tareas repetitivas es un gran lastre para las empresas, ya que requiere unos grandes recursos, pero apenas ofrece ningún retorno. Sin embargo, con la integración de la IA no solo se pueden automatizar estos trabajos, sino que también es posible dejar en manos de las herramientas digitales el desarrollo de procesos más complejos.

Así, pueden generarse modelos de forma autónoma e incluso tomarse decisiones en tiempo real. Esto permite a los técnicos centrarse en tareas más relevantes que sí tengan un mayor impacto en la construcción final.

No todo es un camino de rosas. La integración de la IA en la metodología BIM también se debe enfrentar a retos muy importantes.

Una de las principales preocupaciones de las empresas tiene que ver con este aspecto. Y es que ya hemos mencionado que la inteligencia artificial es capaz de gestionar grandes cantidades de información. El problema es que gran parte de esos datos son confidenciales. Por tanto, es vital garantizar que ningún desarrollador externo tendrá acceso a ellos.

Sin embargo, el propio funcionamiento de la IA exige la asimilación de gran cantidad de datos para continuar mejorando de manera continua. Esto hace que proteger la integridad de la información sea uno de los desafíos más importantes. Para ello habrá que implementar medidas de ciberseguridad sólidas que eviten la exportación de datos fuera del entorno empresarial.

Aunque es cierto que la IA reduce los costes a medio y largo plazo, el precio inicial de adoptar la tecnología es elevado. Y lo mismo sucede con la necesidad de formar a los trabajadores en la materia. Por tanto, es vital alcanzar un equilibrio que haga ver a las empresas las capacidades de retorno de la inversión de la inteligencia artificial.

La integración de la metodología BIM y la IA es un paso crucial que se reflejará en los proyectos de construcción de los próximos años. Sus ventajas son numerosas, pero los desafíos que debe afrontar no se quedan atrás. La industria tiene que tomarse en serio todos los aspectos relacionados con el coste inicial y con la ciberseguridad para que la adopción de esta tecnología sea segura y sostenible a largo plazo. Sin embargo, el futuro de la construcción de infraestructuras puede ser muy diferente a partir de la próxima década.