Software BIM y eficiencia energética en edificaciones: Proyecto SATO
Échale un vistazo a algunos materiales constructivos realmente novedosos, con conceptos y creaciones que en el pasado nos habrían parecido propios de la ciencia ficción. Desde las innovaciones energéticamente eficientes del vidrio relleno de agua hasta el diseño sostenible de edificios vivos impresos en 3D, cada material ofrece una visión de futuro donde la construcción no solo respeta el medio ambiente, sino que también contribuye de forma activa a su bienestar. Sigue leyendo para descubrir cómo estos cinco materiales tan novedosos están preparando el terreno para revolucionar la forma en que construimos e interactuamos con nuestro entorno.
Revestimiento de bioplástico a base de Biochar (biocarbón)
Una startup con sede en Berlín llamada Made of Air está revolucionando la industria de la construcción con sus paneles de revestimiento bioplástico a base de Biochar. Este material captura más dióxido de carbono del que emite, lo que lo convierte en un material con una huella de carbono negativa. Creado a partir de residuos agrícolas y forestales, este material tan novedoso no solo aísla el carbono de manera efectiva, sino que también es reciclable, demostrando así su potencial en varias aplicaciones, incluyendo las fachadas de edificios, los muebles y la infraestructura. Este proceso patentado transforma el Biochar y un aglutinante en gránulos que se pueden moldear utilizando técnicas estándar de formación de plástico, lo que marca un paso importante para conseguir almacenar una gigantesca cantidad de CO2 anualmente para 2050.
Del mismo modo, se están construyendo edificios con madera carbonizada – leer más aquí.
Micelio impreso en 3D
El Blast Studio de Londres ha ideado un método innovador mediante la impresión 3D de micelio vivo, mezclando la construcción sostenible con la agricultura urbana potencial. Esta técnica reutiliza los desechos de tazas de café como materia prima, creando una estructura diseñada para optimizar tanto sus capacidades de carga como las condiciones de crecimiento del micelio. Después de la impresión, el micelio consume el material de la taza de café, finalmente produciendo setas comestibles antes de ser secado en un elemento arquitectónico resistente, ignífugo y aislante. Esta aventura no solo apunta hacia un método para convertir los residuos urbanos en materiales de construcción funcionales y sostenibles, sino que también prevé un futuro en el que los edificios puedan contribuir a la producción de alimentos. La aspiración de Blast Studio de expandir esta tecnología a estructuras más grandes encarna un cambio radical hacia una arquitectura viva que podría autorepararse, reducir los desperdicios y ofrecer nuevas fuentes de alimentos dentro de los paisajes urbanos.
Ladrillos y bloques de construcción alternativos
En todo el mundo, se están desarrollando materiales que reemplazan los ladrillos y bloques de mampostería tradicionales. Además de materiales tradicionales como los fardos de paja, algunos ejemplos notables incluyen: bloques biológicos elaborados a partir de microalgas, que proporcionan una alternativa al hormigón tradicional que no deja huella de carbono; sugarcrete (ladrillos a base de desechos de la caña de azúcar) que transforma el bagazo, un subproducto del procesamiento de la caña de azúcar, en ladrillos que son significativamente más ligeros y poseen una fracción de la huella de carbono de los ladrillos convencionales; y el Gent Waste Brick (ladrillo de desechos Gent), hecho de residuos de construcción locales, que muestra cómo los materiales reciclados pueden ser reciclados en elementos constructivos duraderos con una fracción del carbono incorporado de los ladrillos de arcilla tradicionales.
Vidrio lleno de agua
Water-Filled Glass es una startup británica fundada por el profesor de arquitectura de la Universidad de Loughborough Matyas Gutai y su equipo que ha introducido un innovador sistema de calefacción y refrigeración que aprovecha las propiedades térmicas del agua encerrada entre los cristales: el vidrio lleno de agua (WFG por sus siglas en inglés). Esta innovación ecológica tiene como objetivo transformar edificios muy acristalados en modelos de sostenibilidad aprovechando la luz solar para regular la temperatura. El agua dentro del vidrio absorbe el calor, que luego se puede redistribuir a partes más frías del edificio o almacenarse para su uso posterior, lo que podría reducir las facturas de energía en un 25%. La tecnología también mitiga la ganancia de calor solar, disminuyendo la dependencia al aire acondicionado. Este método basado en el vidrio así como otros componentes estándar no solo es rentable, sino que además tienen un impacto mínimo en la huella de carbono asociada a los proyectos constructivos.
Edificios vivos impresos en 3D
Aunque la botánica de la construcción y fachadas vegetales no es nada nuevo, el proyecto «To Grow a Building» presenta un enfoque constructivo novedoso donde los edificios no solo se construyen, sino que se cultivan. El laboratorio con sede en Jerusalén aprovecha la tecnología de impresión 3D para crear estructuras a partir de una mezcla de tierra y semillas, utilizando esencialmente la tierra como material de construcción y dar vida a las paredes de los espacios construidos. Este método tan novedoso facilita la creación de edificios que evolucionan con el tiempo, con semillas brotando en fachadas verdes y raíces que fortalecen la estructura a nivel interno, ofreciendo un marcado contraste con los materiales constructivos tradicionales como el hormigón y el acero. El proyecto no solo destaca el potencial de crear ecosistemas autosostenibles, sino que también aborda la crisis ecológica y consigue reducir la dependencia de materiales industriales y no locales.
Desafiar las normas para mejor
La crisis climática ha inspirado una ola de innovación, que está cambiando el concepto que tenemos de los materiales constructivos para siempre. Este cambio hacia materiales sostenibles y técnicas de construcción innovadoras representa algo más que el progreso tecnológico; supone reimaginar nuestra relación con el planeta, donde cada ladrillo, viga y ventana contribuyen a crear un futuro más sostenible, resiliente y ambientalmente consciente.
No olvides leer nuestro post sobre cómo los materiales tradicionales se están haciendo más sostenibles aquí.