Los ferrallistas no son solo intérpretes, ya que la base de sus habilidades radica en la solución de problemas. Ellos juntan las piezas de un rompecabezas para crear el dibujo correcto y a su vez, la correcta armadura fabricada. El dicho “funciona como un reloj suizo” hace referencia a un alto nivel de precisión y es un claro ejemplo de cómo debe enfocarse el trabajo en el diseño de armaduras.
Hay muchos componentes que entran en un vertido de hormigón y todos ellos son vitales. Otras obras dependen del correcto armado de hormigón y en cierto sentido, no interfieren con su trabajo. Igual que en cualquier proyecto importante, un resultado satisfactorio depende del trabajo en equipo y la colaboración. La coordinación entre el ingeniero, el contratista general, el capataz de obra y el ferrallista es crucial.
Los ferrallistas deben asegurarse siempre de que trabajan con el último conjunto de dibujos del ingeniero. Por lo general, no hay contacto directo con el ingeniero y cualquier comunicación se realiza a través del contratista general (CG). Si falta información, el ferrallista debe consultar al ingeniero, a través del contratista general, en forma de solicitud de información (por sus siglas en inglés RFI). Por lo general, el tiempo estándar de respuesta para esta solicitud es de dos semanas.
Una gran cantidad de información fluye entre el contratista general y el ferrallista. Además, cualquier cambio en el proyecto que requiera una modificación en el precio del contrato, calendario de construcción, fechas de inicio, fechas de vertido, descansos de vertido y fechas de presentación de dibujos se comunican también al contratista general.
El flujo de información con el ferrallista
El capataz de obra es la persona que proporciona a los ferrallistas la información en el lugar de trabajo, como por ejemplo las longitudes máximas de la barra que pueden manejar en un sitio concreto. Para los dibujos de barras de refuerzo, notifican a los ferrallistas sus preferencias sobre lo que les gustaría ver, como el número de dibujos por banda elevada. Puede ser un dibujo por capa o un dibujo por dirección de capa. Los ferrallistas también reciben la información sobre cuándo necesitan colocar la barra para el vertido de hormigón. Si es necesario, los ferrallistas también especifican qué apoyo utilizarán para las barras: sillas, soportes, ladrillos, etc.
El taller de fabricación mantiene a los ferrallistas informados sobre los pesos máximos de los camiones, los mínimos seguros de doblado, así como el tiempo de entrega. El tiempo de entrega es crucial y en la mayoría de los casos depende de lo que se está fabricando. Para la fabricación se necesitan dos semanas a partir del momento en que se obtiene la información de la lista de barras por parte del ferrallista. Los ferrallistas deben tener en cuenta esa fecha al planificar su flujo de trabajo.
Lo ideal es que todos los dibujos se envíen al ingeniero para su aprobación y se devuelvan a los ferrallistas con tiempo suficiente para acomodar la fecha de vertido del hormigón. Pero esto no suele ser lo normal. Los ferrallistas obtienen los dibujos del ingeniero y se espera que la barra de refuerzo esté en la obra en un período de tiempo relativamente corto.
En primer lugar, reciben del contratista general una fecha de vertido de hormigón. Sabiendo que el ingeniero necesita revisar la colocación de los dibujos y que el tiempo de entrega es de dos semanas, los ferrallistas deben asegurarse de que estén en sus manos al menos con esas dos semanas de margen. A continuación, deben determinar cuánto tiempo se tardará en crear el despiece de armaduras para la superficie sobre la que se va a verter el hormigón y el plazo de entrega máximo que se va a establecer para recibir las respuestas a las solicitudes de información. El plazo para despiezar los dibujos podría ser de una o dos semanas. En general, desde la fecha de inicio hasta la fecha de vertido, los ferrallistas necesitan aproximadamente de cuatro a cinco semanas.
Encuentras información relacionada en el artículo ‘El futuro del diseño de armaduras’