BIM y acero en altura: estructuras metálicas para rascacielos del futuro
Los soportes en cáliz de la nueva estación central de Stuttgart son verdaderas obras maestras de la ingeniería. Solo su armado es una obra de arte en sí misma, digna de una inspección más detallada.
Después de casi 15 años de construcción, el proyecto de edificación más grande de Alemania se acerca a su finalización. La mayoría de las personas asocia Stuttgart 21 con su enorme escala y la amplia cobertura mediática que ha recibido. Sin embargo, dentro de la industria AEC, también es reconocido como una maravilla estructural, en particular por los imponentes soportes en cáliz que sostienen la compleja cubierta de la nueva estación central de Stuttgart, al tiempo que permiten la entrada de luz natural y ventilación. En el núcleo de estas icónicas formas libres se encuentra una intrincada estructura de armado, posible únicamente gracias a la planificación en 3D.

El diseño arquitectónico de la estación fue desarrollado por Christoph Ingenhoven en colaboración con Frei Otto. Se trata de trasladar bajo tierra las líneas de ferrocarril que antes estaban en la superficie y transformar la antigua estación terminal en una estación de paso, conectando así los distritos Este y Norte de Stuttgart. Esta reubicación subterránea permite que los jardines del Castillo de Stuttgart se extiendan hasta la parte trasera del histórico edificio de recepción de Paul Bonatz.

28 Soportes de cáliz para estabilidad, luz y ventilación
El diseño del vestíbulo de la estación presentaba dos grandes retos: proporcionar un ambiente abierto y espacioso, con luz y ventilación naturales, y soportar la carga adicional del nuevo parque, así como su peso estructural intrínseco. El proceso de diseño, que implicó experimentar con modelos de películas de jabón, dio como resultado los famosos soportes de los cálices. Esta solución surgió tras un largo proceso de iteración y colaboración. Un total de 28 pilares soportan el tejado de cascarón con sus cargas añadidas, formando al mismo tiempo grandes aberturas de luz. Su diseño minimiza la altura estructural del vestíbulo de la estación y el uso de materiales, lo que lo convierte en una auténtica proeza de ingeniería.

Armado de soportes en cáliz: una obra de arte en sí misma
La oficina de Stuttgart de Werner Sobek fue responsable de la planificación estructural y de la fachada de la estación subterránea, incluido el diseño del armado de los soportes en cáliz. Esta tarea fue sumamente compleja: la geometría de los soportes varía constantemente en grosor, incluye áreas curvas sinclásticas y anticlásticas, y requiere una combinación de sistemas de armado circulares y rectangulares. Las altas exigencias en la superficie visible requerían una precisión extrema en la conformación de las barras y permitían una desviación mínima en el recubrimiento de hormigón.

La respuesta de Werner Sobek a estos desafíos es, sin duda, una obra de arte. Para la planificación del armado, se creó un modelo de armado en Allplan que incluía no solo las barras, sino también todos los insertos relacionados con el armado, así como las espirales de hormigonado y compactación.
La complejidad del armado se refleja en la cantidad de planos generados a partir del modelo: cada uno de los 14 soportes en cáliz interiores (excepto un cáliz especial) requirió aproximadamente 350 planos en formato DIN A0 y 300 toneladas de acero de armado. Cada uno de los 14 soportes en cáliz exteriores necesitó 400 planos y 350 toneladas de acero. En total, la cubierta se representó en 12,000 planos de armado.