El big data ha ido adquiriendo gran importancia en algunas industrias. Aunque en el sector AEC todavía está en sus inicios, ya comienza a influir en la forma de diseñar y construir edificios. En un momento en el que todo el mundo busca maneras de hacer más con menos, el big data en la construcción ofrece la opción de mejorar los procesos existentes y tomar decisiones informadas sobre futuros proyectos. Estas son cuatro de las formas en las que este concepto está cambiando este sector.
Mejora de la salud y la seguridad
El análisis de datos ha estado presente en estos ámbitos durante muchos años: por ejemplo, existen numerosas estadísticas que demuestran la relación entre el número de cuasi accidentes registrados y el número de accidentes que se producen como resultado. Pero las técnicas analíticas cada vez más avanzadas disponibles pueden ayudar a identificar y comprender los factores de riesgo que conducen a un incidente. También es más fácil que nunca segmentar los datos y profundizar en la información para identificar posibles grupos de riesgo menos evidentes. Con este nivel de conocimiento, los procedimientos de salud y seguridad pueden actualizarse para reflejar lo que los datos ponen de manifiesto y reducir la posibilidad de que se produzca un accidente.
Mejor control y previsión de costes
Esta siempre ha sido un área sometida a un intenso escrutinio. Aunque desde hace algún tiempo se dispone de análisis de los costes de una empresa, el big data en la construcción puede ayudar a refinar la información e identificar los patrones en los que se produce el malgasto. En proyectos, es el personal experimentado el que normalmente determina la rentabilidad potencial y el big data toma este conocimiento y lo pone en un formato accesible, en el que se puede realizar un análisis de los hechos y hacer predicciones sólidas antes de licitar los contratos. Utilizando el historial de rendimiento, el análisis de datos también puede ayudar a mejorar el control de los contratos identificando las condiciones que han conducido a excesos de los plazos previstos o de presupuesto y alertar al personal de que pueden ser necesarias medidas preventivas.
Mejora de la eficacia operativa
Tecnologías como los wearables (o tecnología vestible o ponible) pueden recopilar datos de forma fácil y eficiente en áreas en las que la información ha sido normalmente difícil de recoger, como los movimientos en la obra. Mediante el uso de big data en la construcción, las obras pueden optimizarse para un trabajo eficiente determinando, por ejemplo, cuánto tiempo se emplea en recoger materiales y transportarlos. En lugar de utilizar pruebas anecdóticas, se pueden tomar decisiones informadas sobre la disposición más eficiente para aumentar la productividad. Del mismo modo, se puede analizar la información logística para determinar la mejor forma de trasladar las mercancías y los materiales entre las obras y las zonas de almacenamiento. La previsión de la demanda de recursos, ya sean personas, instalaciones, materiales o dinero, también puede ayudar a mejorar las operaciones mediante modelos predictivos.
Gestión informada de activos
Esta es un área clave en la que el big data puede proporcionar información de valor incalculable. Ser capaz de modelar el comportamiento de los activos y predecir las necesidades de mantenimiento antes de que se requiera un trabajo importante es tan útil para los contratistas que gestionan su flota y maquinaria, como para los clientes responsables de edificios o infraestructuras. El big data está contribuyendo a impulsar el crecimiento de la gestión de activos, ayudando a los responsables de la toma de decisiones al proporcionar información objetiva que les permite invertir sus recursos donde más se necesitan. Los modelos de gestión de activos también pueden ayudar a gestionar todo el big data generado por un activo construido.
El futuro del big data en la construcción
Building Information Modeling (BIM), que proporciona un lugar central para toda la información del proyecto, es uno de los primeros pasos hacia el big data para la construcción. Aunque un modelo no es big data en sí mismo, hay miles de documentos, dibujos, correos electrónicos y registros creados para cada proyecto. La metodología BIM ha convertido a los arquitectos, ingenieros y contratistas en gestores de información, además de constructores. El big data proporciona una forma de estructurar y aprovechar esta información de una manera imposible inimaginable hasta ahora.
A medida que evoluciona en el contexto de la construcción, su uso también lo hará. Por el momento, una plataforma colaborativa BIM basadas en la nube, como ALLPLAN Bimplus , ofrecen una solución para la gestión centralizada de datos, que permite al equipo del proyecto acceder a la información y compartirla. Pero a medida que se desarrollen la inteligencia artificial (IA) y el aprendizaje automático, el big data pasarán de tener un papel descriptivo (que describe los detalles del proyecto) a un papel analítico e incluso predictivo. Los datos históricos de los proyectos se analizarán para la gestión y la mejora del rendimiento, y se realizarán previsiones y predicciones para proyectos futuros. Si la metodología BIM es el futuro de la construcción, también lo es el big data.