BIM en la práctica: beneficios para empresas de arquitectura e ingeniería

Hablamos con Ramon Colomer, CEO de Colomer-Rifà, una compañía con más de 35 años de experiencia en el mundo de la arquitectura y la ingeniería. En esta entrevista nos cuenta su experiencia en ese importante cambio que se produjo en su empresa al introducir la metodología BIM en su trabajo diario y, sobre todo, los beneficios que esto supuso.

Colomer Rifà es una empresa familiar fundada a comienzos de los años 80, por el propio Ramon Colomer (arquitecto) y su hermano Josep Colomer (ingeniero), y que actualmente cuenta con 50 trabajadores en activo. Debido a esta unión de profesiones, su compañía es capaz de ofrecer múltiples servicios a sus clientes, como nos cuenta el propio Ramon Colomer.

Los servicios son múltiples y variados. Esta es una de las particularidades que tiene nuestra empresa. Nosotros podemos hacer los trabajos de topografía, de planeamiento, de urbanización, y después de urbanizar, las distintas formas de edificios que resulten necesarias. Si son residenciales haremos casas o pisos, y si son industriales, naves o lo que haga falta. Y no solamente esto. Un complemento importante gracias a nuestra apuesta por la ingeniería es que no solamente hacemos la nave, sino que también podemos encargarnos de las instalaciones. ¿Qué quiere decir? Si hacemos una fábrica, no hacemos sólo la nave, sino que diseñamos el layout propio de cada industria con las instalaciones precisas que necesita.

Yo pienso que sí. No desde el punto de vista nacional ni internacional, pero sí desde el punto de vista del sector. Por los servicios y la calidad que damos en los servicios. Nosotros tenemos un sistema de formación de los técnicos, recurrimos a cursos de formación constantemente. ¿Por qué? Porque las normativas van cambiando y tienes que estar al día.

BIM para mí es un sistema de trabajo colaborativo y que a través del dibujo lo completas con el tema económico, con el tema mantenimiento, funcionalidad, etc. De alguna forma es un sistema global e integral del proyecto entendido como una cosa real en el tiempo, en el sentido de que tú estás construyendo: dentro del proyecto ya estás construyendo. Si en BIM está terminado de manera correcta el edificio y tuviéramos una impresora 3D lo suficientemente grande y lo suficientemente preparada para tener distintos materiales, desde el proyecto lo podríamos enviar a la impresora y hacer automáticamente la obra.

Por ejemplo, el edificio que hicimos para un Centro Comercial en Lloret de Mar, es un edificio que se ha tenido que hacer con muy poco tiempo y se ha tenido que recurrir a sistemas prefabricados de hormigón y metálicos. Gracias a BIM, con la empresa de prefabricados de hormigón había intercambios diarios o semanales de ficheros IFC. Se estaban intercambiando directamente con el fabricante.

De aquí salía la geometría, de la geometría pasaba a la fábrica de prefabricados de hormigón y la casa de prefabricados de hormigón la armaba, pero con las dimensiones que nosotros dábamos a la estructura, a la geometría... La empresa de hormigón, evidentemente, la calculaba y la armaba, ponía la armadura que le correspondía porque es ella quién tiene que definirla, y nos la devolvía a nosotros para introducirla dentro del proyecto. Es decir, la estructura que tenemos aquí está del todo completa. Tenemos versiones en las que podemos ir a buscar el armado de cada pilar que ha puesto el señor de la fábrica de prefabricados. Esto es el sistema BIM. Para mí ya no hay otra manera de trabajar.

Claro. Tu puedes ver en 3D los detalles de los anclajes, de los apoyos. Puedes ampliarlos y puedes verlos. Nosotros no los podemos definir porque no somos el fabricante del hormigón, pero podemos explorar la solución que ellos han dado y podemos comprobar cómo se apoyan, si se ajusta o no a las medidas que nosotros hemos predefinido.

Por ahora sí. Conozco a muchos despachos que todavía no se atreven. Pero, aquí en Cataluña, si quieres trabajar para la Administración en sus proyectos tiene que ser en BIM.

De la misma forma cuando acabamos el edificio y para poder hacer la escritura de obra nueva el registrador de la propiedad nos pide el ‘libro del edificio’ a partir de ahora será dar el edificio en BIM, y de esta manera, recomendar el manual de uso y mantenimiento.

El mismo sistema BIM dirá a la comunidad de propietarios, o a quien sea, qué trabajos de mantenimiento tendrán que hacerse periódicamente. Incluso se puede introducir el día que se derribe el edificio: qué materiales se reciclarán... Pero bueno, si estás construyendo un edificio y ya estás pensando cómo lo derribarás, por lo menos aquí en España, generará poca confianza.

Te lo explicaré de otra forma: hace 20 años que estamos trabajando en ALLPLAN y en 3D, pero todavía hay despachos que no trabajan en 3D. Los despachos son muy variables. Nosotros somos un despacho con alrededor de 50 trabajadores y tenemos que competir con compañeros arquitectos que tienen un despacho en su casa, en la habitación de al lado. Este arquitecto, ¿cómo puede saber de urbanismo, de cimentaciones, de estructuras, de instalaciones, si aquí funcionamos por departamentos, tenemos una formación constante y somos un equipo pluridisciplinar de arquitectos, ingenieros y ambientólogos? A pesar de la estructura que nosotros tenemos, te despiertas a las cuatro de la mañana pensando si las cosas están bien hechas. Tenemos, por desgracia, mucha responsabilidad. Mucha.

Incluso podría decirte que antes de ALLPLAN trabajábamos con un programa suizo que se llama PointLine... Este programa ya se podía desarrollar en 3D de manera sencilla. Cuando conocimos ALLPLAN nos interesó mucho desde el punto de vista de arquitectura. Nosotros ya estábamos renderizando y muchos despachos aún estaban entregando las cosas con tiralíneas, y esto requiere esfuerzo y dedicación. A nosotros ALLPLAN nos sirvió para presentarnos al mercado. Nosotros en la época del boom inmobiliario podíamos hacer descripciones de los edificios y unas renderizaciones que eran bastante espectaculares y tenían mucho valor en el mercado. Por lo tanto, para nosotros, trabajar en tres dimensiones no es nada raro. Luego, a partir de aquí es como hemos ido introduciendo las mediciones y todo el tema de la estructura, el poder interactuar con otros colaboradores, como los industriales o con el constructor, y podernos pasar las distintas fases del proyecto.

Lo hicimos tanto porque iba a ser un tema obligatorio, como por el hecho que el mercado nos lo pedía. Estábamos viendo que el servicio tenía que ser interesante, y también, porque veíamos que la Administración iba a exigir las cosas en este sentido. Así, poco a poco decidimos dar el paso y comenzar. Dar un paso así, cuando el despacho tiene 4 o 5 personas es muy fácil de comenzar, pero cuando ya tiene unas ciertas dimensiones hay que tomar decisiones, formación... Nosotros vimos que teníamos que saltar al BIM. Era una cosa clarísima. Luego, incluso, al principio tuvimos dudas si con ALLPLAN podíamos continuar. Después cuando vimos que había esa posibilidad de continuidad fue cuando nos acabamos de lanzar.

Fuimos a buscar a Actigrama, uno de los agentes oficiales de ALLPLAN, y lo hemos tenido como formador durante varios meses. Él es quien nos ha planteado los inicios del despliegue de ALLPLAN, y lo estamos haciendo ahora de una manera más autónoma.

Para poder hacer BIM tienes que hacer el libro de tu empresa. Cada empresa tiene su manera, su presentación, su utilización, etc... Yo pensaba que Actigrama nos marcaría más el camino y en cambio nos dejó hacer. Está claro que somos nosotros los que nos tenemos que apañar.

Te voy a repetir lo mismo. Lo que estoy viendo es que es un trabajo colaborativo que, con los industriales del prefabricado del hormigón, de las estructuras metálicas, nos podemos pasar continuamente los planos. Y estamos hablando de planos de fabricación. Los planos nos llegan hechos de programas externos, que nosotros hemos enviado previamente con ficheros IFC, y luego, por ejemplo, de la estructura metálica nos viene con todos los detalles, hasta con los tornillos dibujados. Y tú vas allí y lo ves en la pantalla del ordenador, y lo ves lo grande que quieres.... Y ponemos las instalaciones encima, vemos cuando las cosas chocan, cuando las cosas no están hechas correctamente. Trabajamos con BIM porque lo ves todo.

Tenemos claro que es un sistema interesante. Lo que pasa es que también te diré que trabajar con BIM no te quita tiempo y dedicación. Yo diría que te obliga a hacer los proyectos mucho más exhaustivos, tienen que estar más estudiados, mas definidos.

Desde que terminé la carrera hace 31 años –yo empecé cuando todavía se iba con regla y paralex– la definición de un plano, o cuando trabajabas con los primeros ordenadores, eran unas definiciones muy sencillas. Ahora, en cambio, estás viendo la realidad del proyecto. Y si vas a buscar un fabricante de puertas te mandará la puerta y te la enviará ya con el número de bisagras que tú ya ves en el proyecto, y te dice si la madera está rechapada con roble o con formica o con lo que sea. Te obliga a definir mucho más, por lo que yo no creo que te ahorre tiempo, quizás ahora cuando estás implantando todo esto tienes más dedicación, pero al final la cosa será mucho más beneficiosa.

En principio trabajar con BIM te lleva más trabajo, lo que decía antes. Lo que pasa es que después te das cuenta de cómo vas a presentar el proyecto, con qué definición vas a presentarlo, cómo puedes establecer las relaciones con la parte constructiva, bien sea el fabricador global, bien sea estructuras, bien sea cerramientos... Y claro, esto es un beneficio que al final todo el mundo se da cuenta. Todos los que participan ven estas ventajas. Antes, nosotros dábamos unos planos en planta, unos alzados, y los dábamos al fabricante de las infraestructuras y él con sus programas tenía que comenzar a levantarlo todo. Ahora ya le damos todo. No sólo los números de pilares, sino también la altura que tienen y el milímetro donde tiene que acabar.

Los arquitectos tenemos nuestros defectos y ‘se nos va la olla’ pero lo que nos han enseñado es a dibujar. Somos máquinas de dibujar. El dibujo es nuestra herramienta. Y dibujamos mucho y rápido, y en 3D ya tenemos esta visión.

Los de ingeniería no han dibujado como los arquitectos y muchos siempre han trabajado en 2D: porque han hecho siempre el esquema eléctrico y han marcado en el plano donde están las luces, donde están los interruptores, una cosa totalmente plana. Pasar del 2D al 3D no pasa nada si eres arquitecto, lo has aprendido, pero si no... Y también hay gente de todas las edades. Pero no pasa nada, esta gente colaborará en otras cosas.

Así es, hay más trabajos, para todos.

Es más abierta. Puede estar trabajando mucha gente. ALLPLAN ya tiene esta gran ventaja, que en un mismo proyecto ya puede estar trabajando mucha gente de manera simultánea.

Claro, se optimiza.

Que tengan paciencia. Que busquen un consultor que cuantas más cosas les ayude a hacer mejor, porque lleva trabajo, pero al mismo tiempo te anima, a medida que lo vas consiguiendo te das cuenta de lo importante que es. Seguramente al final, no es que te ahorres tiempo, pero le estás dando una cantidad de información increíble. A quien más facilitamos las cosas es a los industriales que vienen detrás. Pero muchísimo. Esto es un tema que las empresas hablan y comentan. Y, el despacho que trabaje con BIM correctamente le está ahorrando a su constructor y a su proveedor de material, que tenga sus dibujantes o una parte de ellos.

Este es un cambio importantísimo. Ahora no ahorramos tiempo, pero es un valor añadido importante que damos a nuestros colaboradores.

No solamente tú puedes optimizar procesos, sino que el trabajo con BIM da un valor añadido monumental. Amerita extraer y relevar también este argumento.
Desde ALLPLAN agradecemos tu tiempo dedicado para realizar esta entrevista. Es nuestro deseo que muchas empresas y profesionales del sector AEC se beneficien al conocer este tipo de experiencias.